Euterpe (Selva Delgado & María Sotelo)

¿No os ocurre a vosotros 
que hay ciertas canciones 
que escuchamos y se graban a fuego 
en nuestro ser?

Cada canción que suena 
a lo largo de nuestra vida 
queda guardada consciente 
y a veces inconscientemente 
en nuestra memoria.

A veces, también en nuestra retina 
ya que cada vez que suena 
nos transporta a un determinado lugar 
donde ese concierto para nosotros 
fue auténtico y pura magia.

Otras, simplemente, nos lleva a momentos 
que quisiéramos olvidar 
y borrar de un plumazo 
pero la mente no nos lo permite.

Puede que la música sea        
un antiguo vaivén que nos trajo        
hasta esta nueva orilla.          
Una sucesión de ritmos nacientes     
que afloran de lo más interno
para convertirse en recuerdo reciente.

Puede que ella, musa de agradable genio,    
nos tienda la mano en cualquier momento,  
siendo cáliz y alimento para almas famélicas          
que creyeron perder el aliento.

Ahora vienes tú y me hablas 
de que no puedes volver a tocar aquella canción;    
que te recuerda a nosotros     
y a todas las madrugadas.

Y entonces río,          
no porque me sepa ganadora de batallas,     
sino porque he aprendido a mantener en el olvido  
todo lo que algún día dolió   
y a dejar prendida en el mañana       
esa melodía que me susurra el porvenir infinito,     
la duda latente de volvernos a encontrar      
bajo el filo de nuestra particular balada       
y que prenda de nuevo la llama.

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